miércoles, 30 de junio de 2010

Ruy González de Clavijo

Diplomático y viajero

De noble familia madrileña, oficial de la Casa Real y camarero de Enrique III de Castilla, el propio rey le encargó en 1403 que encabezara la embajada a Samarcanda (hoy de Uzbekistán), la capital del imperio de Timur, apodado el cojo, un monarca de crueldad bien conocida pero que mantenía importantes relaciones con Occidente. Timur el Cojo, era conocido en Occidente como Tamerlán, había enviado años atrás al monarca castellano una embajada

Esta embajada castellana tenía como objeto trazar itinerarios fiables desde Castilla hasta Asia central, verificar las rutas comerciales, recabar noticias sobre los pueblos transitados y poner de manifiesto la superioridad de Enrique III frente al resto de las monarquías europeas, en un momento difícil para los occidentales tras la derrota de los cruzados en Nicópolis ante el turco Bayaceto.



El grupo mandado por González de Clavijo partió de Cádiz, probablemente de El Puerto de Santa María, en mayo de 1403 a bordo de un barco genovés. Tras atravesar el Mediterráneo la embajada llegó a Rodas y luego a Constantinopla, para partir después, por el sur del mar Negro, hasta Trebisonda (actual Trabsond) en un intento por sortear los dominios del sultán turco y así alcanzar Persia, bajo el dominio de los mongoles. Tuvieron que adentrarse en tierras ásperas y pagar peajes abusivos. Cruzaron Armenia, pasaron cerca del monte Ararat y llegaron por fín a Teherán.

Se adentraron en el desierto del Turquestán para llegar al río Amu Daria y de allí viajaron a Samarcanda, adonde llegaron el 8 de septiembre de 1404 (un viaje de 16 meses).

En la fastuosa urbe de la Ruta de la Seda permanecieron 75 días, recogiendo datos importantes sobre las relaciones entre las diferentes monarquías asiáticas de la época.

De regreso, llegaron a Bujara, desde donde tomaron el camino de idea e hicieron escala en Trebisonda. Llegaron a Alcalá de Henares en marzo de 1406, tras un penoso viaje de regreso.

Fruto de aquel periplo fue la crónica que conocemos como “Viaje de Tamorlán”, que está considerado como el primer libro de viajes de la literatura castellana. Se trata de una obra fundamental, que llegó a figurar en el Diccionario de Autoridades de la Real Academia para documentar, entre otros, el uso de voces y modos de hablar desde 1400 a 1500. Fue publicado por primera vez en 1582 en Sevilla y consiguió rápidamente un carácter universal pues fue traducido al ruso, inglés, francés, pesa y turco.

1 comentario:

  1. Buenas tardes,

    en primer lugar me gustaría dar las gracias pues el blog me parece de gran utilidad. Llevo varios días paseando por la sección de viajeros con sus respectivos mapas y estoy maravillada con semejantes periplos. Me preguntaba, pues debo hacer algo similar, si me sería posible diseñar mapas iguales a los que exponéis aquí, pues me es necesario configurar diversas rutas con un mismo formato. En ese caso estaría agradecida si me indicaseis cómo.

    Muchas gracias de antemano y enhorabuena de nuevo

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